Hace un tiempo visité un lugar impresionante junto a mi antiguo equipo de trabajo, ya que necesitábamos crear contenido audiovisual diferente y cuando hicimos nuestra investigación, sobre los lugares que podíamos visitar dentro de Venezuela, el estado Falcón nos pareció la mejor opción, ya que podíamos visitar muchos sitios, en pocos días. Las Salinas de Cumaraguas, fue uno de los lugares que más nos llamo la atención, por sus conocidas aguas color rosa
Así que planificamos nuestro viaje, y comenzamos nuestra aventura. La primera noche nos reunimos con una chica y un chico que vivían en Coro, y en medio de la conversación les dijimos que íbamos a ir a las salinas, la chica al escucharnos decir que estábamos emocionados por ir para allá por el agua rosada, nos dijo que no siempre estaba rosada, ya que su color depende del proceso en el que se encuentre.
El proceso de las salinas, consiste en dejar estancada el agua del mar, para que luego se evapore dejando como resultado la sal, por ende al evaporarse lo que queda es una superficie completamente blanca. Nosotros claramente no sabíamos esto y nos preocupamos por no encontrar las deseadas aguas rosadas, pero ya no teníamos otra opción que ir hasta allá y esperar que estuviesen del color que esperábamos.
Al día siguiente salimos a las 9:00 a.m. del hotel en el que nos estábamos quedando en la ciudad de Coro, el tiempo hasta las salinas desde allí, es de aproximadamente una hora.
Recomendación: si no conocen Falcón lo mejor es descargar el mapa en google maps, este lo puedes usar sin tener que utilizar tus datos de teléfono y funciona perfectamente.
A diez minutos de llegar, según google maps, comenzamos a ver las salinas al lado derecho de la carretera, nos emocionamos muchísimo, porque por suerte sí estaban rosadas jajaja. Justo en ese momento comenzó a llover pero sin prestarle atención nos bajamos rápido del carro y comenzamos a tomar las fotos, en pocos minutos dejo de llover. Estuvimos allí casi una hora y media. Aproveche la belleza del lugar para tomar fotos de yoga, y me encantó el resultado.
El lugar es impresionante, literalmente el agua es rosada, a las orillas los cristales de sal crean una especie de pequeños rompeolas, y puedes encontrar cosas muy interesantes. Nosotros conseguimos troncos cubiertos de sal completamente, y un grillo también cubierto en su totalidad.
Frente a las salinas sobre un puesto hecho con tablas de madera, se encontraban unos cristales grandísimos de sal, que los habitantes de esa zona, colocan a la venta para los turistas. Fueron sumamente amables con nosotros, les tomamos fotos, hablamos con ellos y al final nos regalaron mucha sal jajaja.
Nos contaron que ya se acercaba la época en la que la que el agua se evapora, y solo queda el piso completamente blanco, así que según lo que nos explicaron, mas o menos por marzo, abril y mayo, las salinas están blancas, ahí comienza el proceso de apilar la sal para su venta.
Así que mi recomendación es que visiten las Salinas entre enero y febrero, que es cuando el agua está completamente rosada, como pudieron ver en las fotos.
Espero que si un día visitan estas hermosas salinas, me cuenten su experiencia.